Editorial • Enero 2014

Otra vez las corridas pre-navideñas, los vidrios rotos, las persianas metálicas forzadas, el miedo de algunos y la desesperación y el vandalismo de otros. Podríamos llamarlo “El Clásico de Fin de Año”, y promocionarlo con anticipación para que los afortunados que no les toca jugarlo lo puedan ver sentaditos desde la pantalla del televisor.
Cada vez que la jauría ataca nos deja con la boca abierta. La mujer corriendo con una licuadora en la mano; los motoqueros con pasamontañas cargando una caja de vino o cerveza; el dueño de un local, rifle en mano, montando guardia desde el techo; el adolescente que escapa con un par de Nikes plateadas y dos números más grandes que el suyo... Son imágenes que ya vimos una y otra vez pero que sin embargo nunca dejan de estremecernos. Vecinos contra vecinos, dicen algunos. Sin embargo, no son más que gente del barrio, tipos que viven a la vuelta, o a dos cuadras, pero sin más relación que la de vivir cerca. La degradación social ha de ser muy grande para haber llegado a esto. Otra vez.
Por este lado del mundo, en diciembre conmemoramos el primer aniversario de la masacre de la escuela Sandy Hook, en la que 26 personas, entre ellos, 20 chicos, fueron asesinados a balazos por un joven de 20 años. Hace exactamente un año escribimos sobre la necesidad de sumarse a buena parte del pueblo estadounidense para lograr leyes sobre el control de armamentos, lo que generó mucho debate entre nuestros lectores y colaboradores. Un año ha pasado ya... y ninguna ley se ha aprobado. ¿Alguna duda de que el lobby de los que trafican con la muerte es uno de los más poderosos del país? Nuestro recuerdo a las víctimas y el pésame más sincero a sus familiares y amigos.
Y con los cánticos azulgranas que aún resuenan desde Boedo tras el reciente campeonato obtenido por San Lorenzo, nos vamos preparando para el año del Mundial Brasil 2014. Los hinchas argentinos no parecen demasiado confiados esta vez, aunque el sorteo de grupos fue sumamente favorable para las aspiraciones de la selección. Sin demasiados éxitos que celebrar, el gran héroe deportivo del 2013 resultó ser Marcos “el Chino” Maidana, flamante campeón mundial de boxeo y reciente ganador del Olimpia de Oro.

Claro que nadie le hace sombra al verdadero “rock star” argentino. Con eterna y plácida sonrisa, con calma y determinación, Jorge Bergoglio se transformó en el Papa Francisco y revolucionó el mundo católico con sus gestos de humildad y apertura. Por eso, también para nosotros, el Papa Francisco es el personaje del año. ¤

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