Humor • Marzo 2012

Cortitos y al pie
Profesías
-¿Quién dijo que el mundo se acababa en el 2012? ¡Esta lata de atún vence en el 2013!

Gramática
-Mami, ¿hay gelatina?
-Que yo sepa hay i latina, y griega, pero... ¿G latina?, no, de eso no hay.

-¿Qué es una hipo­teca?
-Es el lugar donde los hipo­pótamos van de fiesta los fi­nes de semana.

Marcas
Una mujer va a denunciar un robo en su casa y declara:
-Oficial, quiero denunciar que entra­ron ladrones a mi casa y me robaron un equipo de so­nido marca Sony, una heladera marca Frigidaire, un televisor marca Tos­hiba y un Cristo marca Inri.

Supersónico
-¿Hola, aerolíneas ¿Puede decirme cuánto dura el vuelo de Los Angeles a Miami?
-Sí, un minuto...
-¡Ay qué cortito! ¡muchas gracias!

CORTITOS Y MALOS
-Mamá, dice papá que es un cabrito!
-¡Decile a tu padre que no se quite años!
 
Adán llama por teléfono a Eva y ésta contesta:
- Hola, ¿quién es?

Un colectivo para en una esquina y un tipo le dice al chofer:
-¿Me lleva a Caballito?
-¡Imposible: me duele la espalda!
Se encuentran dos mujeres y una le pregunta a la otra:
- ¿Y, cómo anda tu marido?
- Ahí, como el Real Madrid en su mejor momento: ¡Redon­do en el medio!

DE CORDOOOOBESES
El padre está durmiendo la siesta en el sofá, entra el hijo y le pregunta:
- ¿Está duuurmiendo, tata?
A lo que el padre responde:
- ¡Noooo, si vuá estar mirando los párpados por deeentro!

En la comisaría
- Así que usted robó joyas en un chalet, y dejó un mil­lón en efectivo que estaba a mano. ¿Por qué?
- ¿Usted también? ¡Por fa­vor! Ya tengo bastante con los reproches de mi esposa...

Odontólogo
Dentista: Tengo que extraerle la muela que le duele, pero no se preocupe, solo tomará unos diez minutos.
Paciente: ¿Y cuánto costará?
Dentista: 200 dólares
Paciente: ¡200 dólares por solo unos minutos de trabajo!
Dentista: ¡Puedo extraerla muy lentamente si quiere!

DE MILITARES
La orden decía:
- Buscar y arrestar al sargen­to Pérez con el mayor sigilo.
Una semana después llega un comunicado a la capi­tanía:
- Sargento Pérez arrestado; seguimos buscando al
May­or Sigilo.

- ¡Compañía: armas al hom­bro!
- ¡No, el del cañón noooo! ©