Todo tiempo futuro será peor

Varios amigos y amigas argentinos de mediana edad, clase media y asalariados se encontraron a mediados del mes de febrero pasado para festejar su amistad. Entre ellos, había muchos profesionales. No asistieron programadores, ingenieros/as de software, especialistas en tecnología o ciencias duras, ni nómades digitales, porque los mejores de ellos ya emigraron.

Entre los presentes se contaron anécdotas y se divirtieron mucho. Luego, hablaron de sus planes a futuro.  En un momento dado y como diversión, a una psicóloga que trabaja en RRHH de una gran empresa, se le ocurrió hacer la típica pregunta laboral que realiza habitualmente a los postulantes que entrevista, pero esta vez a sus amigos y con limitaciones geográficas: ¿Cómo te ves en diez años viviendo aquí, en la argentina? La respuesta unánime fue: mucho peor que ahora. 

Y no les faltó razón a los que respondieron de esta forma, porque todos los presentes saben que la gran mayoría de los argentinos de clase media estarán con muchos más problemas de inseguridad, inestabilidad laboral y social de los que padecen actualmente, y los millones de argentinos pobres e indigentes de hoy día se encontrarán infinitamente peor.

 

   El límite de “diez años y en la argentina” que planteó la psicóloga tiene relación directa con el acuerdo de entendimiento que la argentina acaba de firmar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que justamente finaliza en el 2032. Un acuerdo a diez años que deberá ser convalidado por el Congreso Nacional Argentino y posteriormente por el directorio del FMI. Este convenio, si se aprueba, asegura más recesión, ajuste y pobreza durante toda la próxima década. 

   De hecho, los números preliminares de este acuerdo así lo certifican:

2022       2,5%                          1,0%

2023       1,9%                          0,6%

2024       0,9%                          0,0%

2025       0,0%                          0,0%

 

   En un país como argentina, llegar a esta meta sin consecuencias catastróficas para el 95% de la población es una misión imposible, dado que nunca, durante toda la historia del país, se pudieron alcanzar metas de este tipo sin empobrecimiento generalizado. El pasado del país lo demuestra, dado que para alcanzar esas metas imposibles hay que tomar medidas económicas extremas que solo perjudicarán a los más desfavorecidos. 

 

   A pesar de que el convenio formal aun no fue aprobado, el ajuste recesivo ya empezó a implementarse. Ya están aumentando todos los servicios imprescindibles (gas, agua, luz, medicamentos, alimentos, transporte), más peajes, combustibles, y servicios. Todo aumenta, menos los salarios (registrados o en negro), jubilaciones y pensiones. 

   La espiral inflacionaria no tiene techo. Ya es absolutamente incontrolable.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, en el presupuesto que presentó al Congreso Nacional el 15 de septiembre de 2021 para el año en curso (no tratado, ni aprobado), estimó que la inflación para este año sería del 33% anual. Tristemente, los datos de enero y los estimados para el pasado febrero de 2022 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), ya demolieron el optimismo del ministro Guzmán.  De hecho, la consultora EconViews proyectó que “la corrección tarifaria y cambiaria que implica el acuerdo con el FMI puede empujar la inflación hasta aproximarse a un alarmante 60%”.

 

 

   Generalmente, a quienes advierten sobre los males que se avecinan en la argentina, se los califica por los gobernantes de turno como pesimistas, tremendistas, apocalípticos, o golpistas. Estos calificativos, sin embargo, son infundados, porque los que auguran lo peor para la argentina solo son “realistas”, ya que se basan en los precedentes. Y estos, que son reales, comprobables, históricos, no son nada buenos. Un ejemplo del pasado reciente:

Como se puede apreciar, los hechos del pasado demuestran que aun los economistas y especialistas en la materia “más pesimistas” resultaron ser “bastante optimistas”, ya que los hechos de la realidad demostraron ser peores que cualquier previsión negativa. 

Todos los argentinos que emigran añoran el asado… y los que viven en la argentina también, porque el precio del mismo es inaccesible. La evolución del precio de la carne más apreciada por la población del país es una clara demostración. Cabe aclarar que la fecha “hoy” es de septiembre de 2021. En la actualidad, el precio del asado es bastante más caro. 

 

El acuerdo con el FMI augura un futuro oscuro para los argentinos, porque de aprobarse en el Congreso y luego por el directorio del FMI, se dará por válido el préstamo descomunal, fraudulento, innecesario y atroz de 44.867 millones de dólares en 2018 contraído por el ex presidente Mauricio Macri. 

 

 

Dicho préstamo se concedió violando las reglamentaciones internas del FMI y es un hecho que solo se tomó para fugar capitales con el fin de asegurarle una ganancia descomunal, de miles de millones de dólares, a inversores especulativos del capital financiero internacional. Y como era de esperar, no produjo ningún beneficio al país.

Por eso, ser optimista sobre el futuro de Argentina es muy difícil. ¤