Se dice que cierta vez Koonex, la anciana curandera de una tribu de tehuelches, no podía caminar más, ya que sus viejas y cansadas piernas estaban agotadas, pero la marcha no se podía detener.
Primero, hay que destacar respecto a la cruz del “Señor de los Milagros de Mailín”, que no se trata de una “aparición”, sino de un “ descubrimiento”, el hallazgo de un poblador de esta zona en un hueco a los pies de un gran algarrobo, que se conserva hasta hoy.