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MAYO 2010
     20 La Revista Argentina

                                             PERSONAJES


         Te acordás de... JUAN CARLOS THORRY






             ació un 28 de junio de 1908 en la ciudad de Coronel  tu madre' y me abrazó. Fue muy
             Pringles, provincia de Buenos Aires, con el nombre de  extraño, porque, a pesar de verla
      NJosé Antonio Torrontegui, quien, tras ser abandonado  seguido después de encontrarnos,
      por sus padres, a la edad de cuatro años, quedó al cuidado de sus  nunca pude sentirla como mi
      cincotías solterasy su tío José.                      mamá”.
          Ellos hubieran querido que su pequeño José se dedicara a  A los 18 años, sufre un
      una profesión académica. Lejos de eso, decidió ser actor,  accidente que lo dejó estéril. Y decía
      animadory cantante...                                 sobre su problema de salud: “Nunca
          Lo suyo era el escenario. A su padre lo volvió a encontrar  me preocupó. Incluso, en una época
      recién 10 años después; y a su madre siempre la creyó muerta,  era un buen recurso para conquistar
      hasta sus 40 años. En alguna oportunidad confesó: “Durante años  a algunas mujeres", decía sin pizca
      me mintieron. Yo tenía 40 años y conducía 'Grandes Valores del  de aire trágico. Indiscutiblemente lo suyo siempre fue la comedia.
      Tango'. Un día llega una señora muy viejita y me dice: 'Vengo de  Tiene en su haber más de 60 películas, que comenzaron en los
      parte de su madre, que está en Mendoza'. La saqué corriendo".  años 40 y también llegó a ser director. Además fue cantante y una
      Pero mi primo, que era mi abogado, me terminó confesando que  de sus primeras armonías que lo llevaron a conocer el tango fue
      era cierto. Entonces, viajé a Mendoza donde la conocí. Mi madre  “La cumparsita”. Luego, aquel “Buenos Aires, la reina del
      se llamaba Rosita Kappa y cuando abrió la puerta sólo dijo: 'Soy  Plata...”, o “Rechiflao en mi tristeza...”, y así conoció a Carlos
                                                            Gardel.
                                                                 Su afinidad con el tango quedó marcada en sus palabras: “Mi
                                                            relación con el tango es antigua, íntima y sentimental. Era muy
                                                            chico y ya mi viejo, quien tocaba la guitarra, me enseñó algunos
                                                            acompañamientos (dominante y tono), con los que empecé a
                                                            canturrear mis primeros dos porcuatro”.
                                                                 Juan Carlos contaba que: “el fin del bachillerato, y el ingreso
                                                            a la universidad, van muy unidos con las primeras experiencias
                                                            en la milonga. Íbamos a bailar a aquellos cabarets de entonces,
                                                            que luego fueron 'boites' y después 'night-clubs' y ahora son
                                                            'boliches'. Y allí realizábamos un torneo de firuletes y quebradas
                                                            con los mejores intérpretes de la época: Troilo, D’Arienzo,
                                                            Fresedo, Pugliese, Donato y De Angelis. Todos arrullaron
                                         ‘                  nuestros sueños adolescentes, con las más populares melodías de
                                                            entonces. Y allí, en el Florida Club, conocí y me hice amigo de
                                                            Osvaldo Fresedo, y de los músicos de su orquesta: los
                                                            inolvidables José María Rizzutti, el tano Muzzi y el violín de oro
                                                            de Manlio Francia. Fue Rizzutti quien le dio forma en el
                                                            pentagrama a mi primer balbuceo 'de oreja' en el piano. Una
                                                            dulzona melodía, con letra también almibarada que se llamó
                                                            'Pensando en tí' y que, para eludir compromisos, dediqué
                                                            diplomáticamente, en la carátula de la edición de Rivarola: «A
                                                            Ella». Lo grabó Fresedo. Y a mí me pareció que aquello era el
                                                            máximoacontecimientode mi vida”.
                                                                 Luego abandonó los estudios y empezó su carrera actoral y
                                                            al canto en radio o teatro, donde mezcló las melodías de jazz o
                                                            bolero y canciones francesas, con las más famosas expresiones
                                                  8         tangueras del momento. Presentaba el espectáculo y cantaba jazz
                                                            con la orquesta de Rudy Ayala. Allí, sobre el piano, preparó las
                                                            primeras palabras del tango “Indiferencia”, de Rodolfo Biagi. Y
                                                            así siguieron "Bulincito estudiantil", “Hasta cuando”, “Mamá yo
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